Mi madre al otro lado del teléfono me da sus últimos consejos antes de un partido: “Tú no vayas muy fuerte, no te vayas ha hacer daño, que luego mira, el que lo sufres eres tú. Vete con cuidado, ¡sí!, ¡a ganar!, pero que tampoco tienes que hacerlo tú todo...”. Y finaliza:
- Y sobre todo tú no te lesiones.
- Sí, mamá, sí.
Son consejos de madre, irracionales, cariñosos, ilógicos (¿quién busca lesionarse?, ¿quién sale a un partido a eludir una lesión?, es como aquel que dice: “Yo soy un ganador”. Vale, bien, se entiende. ¿Pero, es qué hay gente que juega para perder?)
Pero... en una madre se tiene tanta fe que el hecho que te lo diga es una razón para que no suceda. Las madres tienen un mando magnánimo, un aura de certidumbre que te hacen sentir que no te vas a lesionar. ¡No puedes contradecirla, y ya está! Pero el destino no tiene madre. Y por mucho que una madre lo ordene...
Como un entrenador, que antes de un partido te entrega el “scouting” (hojas donde se estudian las características del rival, sus sistemas, etc.) del otro equipo. Hoy te toca defender a La Bomba Navarro, lees sus características: “Puede penetrar a canasta con ambas manos, arma el tiro rápido por lo que es importante estar cerca de él. Cuidado con pegarse en exceso pues es listo para sacar faltas. No dejar de defenderle lejos del aro, puede sorprender con tiros de larga distancia (hasta 7 metros) con buenos porcentajes. Precaución con su primer paso, que no nos pille de sorpresa, excelente en tiros de 2 lanzando por encima del defensor. No enviarle a la línea de tiros libres ya que saca así muchos puntos...” Y llega el partido. Y Navarro te mete un triple. Y el entrenador grita:
-¡Que no te separes! ¿No lees el “scouting”?
-Sí, entrenador, sí.
Y le decimos que sí abandonados a lo irremediable.
Como a una novia que te explica la blusa que acaba de ver: “Es preciosa, con ribetes azules, los festones llegan hasta la rodilla; es de tirantes, muy ligera y, como para el verano no tengo casi nada... Además es de gasa y como es blanca la puedo combinar con todo... y encima está rebajada un 30%...”
-¿Pero me estas escuchando? ¿Me la vas a comprar?
-Sí, cariño, sí.
Y es que siempre existe lo ineluctable, causas inevitables... certezas. Caminos que van a Roma, la lluvia que va a parar al mar, Naranjito al 82, Chanquete al barco, Romay a una falta...
martes, 2 de diciembre de 2008
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8 comentarios:
Otro tema para indagar Lucio. ¿Realmente se escucha al entrenador en los tiempos muertos?
¿Como será la madre de la Bomba Navarro?
ui0'p
Como le digo a mi mujer, ¡Madre, no hay más que una y a ti, te encontré en la calle!
Me estas sorprendiendo gratamente tio, pensaba que eras un estirado de cojones.
Jaja muy bueno Lucio.
Solo te falta fichar por el Melilla para que seas mi idolo !!! jjaja
Anoche te vi contra el Tenerife y te sobra calidad. Eres un jugador im-presionante no buscas tu anotación buscas lo mejor para el equipo.Suerte en el Caceres. Y Gracias por seguir al pie del cañón
la última frase es el remate final para el artículo, jajaja, genial.
Grande, Lucio. Grande el blog y grande la entrada. Y te lo dice un entrenador...
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