Traduce este Blog a: Inglés Francés Alemán Italiano Chino

jueves, 25 de noviembre de 2010

Lucio Angulo: decálogo de manías, rarezas y supersticiones de un MVP (Midium Valoreison Pleier) nacional

En este interesante artículo se relata de forma amena las rutinas que necesita este jugador en su preparación, tanto física como mental, ante un partido.
Este es el decálogo:

1) Bogavante o cocochas con angulas.
Su dieta es invariable salvo que su economía o su mujer se lo prohíban. Jugador flexible: en caso de no poder comer sus típicos platos de rutina, se conforma con una mariscada.
“Sí, la verdad es que soy muy maniático en este aspecto y mi alimentación es básica por eso intento respetar esta costumbre; eso sí, regado todo con un Chardonnay”.

2) Último contacto con Internet.
Tras finalizar la comida su costumbre le dicta conectarse a la red entre quince minutos y dos horas fumando un Partagas.
"Para eso soy muy escrupuloso. Suelo meterme en mis páginas habituales para estar informado: triplepezón.com, basketcachondas.net o dostres-orgia.es. También suelo hablar con mis amigos de temas que me ayuden a desconectar como los conflictos a muerte con mis compañeros, las críticas a los árbitros... En definitiva, temas que no me descentren”.

3) La siesta, como mínimo, de 4 horas.
Muchos equipos ya obligan a estos sufridos deportistas a dormir la siesta. Los jugadores, con férrea disciplina, lo cumplen a rajatabla.
“En ocasiones, cuando no puedo dormir mis 4 horas, ya aviso al entrenador que hoy no estoy a tope. Uno debe ser profesional y saber cuándo va a rendir. Mi hijo a veces me despierta y rompe esta calma entonces sé que ese no va a ser un buen partido, mi mujer dice que perdone al niño... pero hay que ser riguroso y disciplinado y creo que el hecho de que tenga 3 meses no le exculpa”.

4) Andando al pabellón concentrado en su música.Los 2 minutos que separan su casa del pabellón no son óbice para que este joven jugador de 37 años vaya andando al pabellón mientras escucha su música.
“Escucho mucha música pero mi rutina en ese trayecto es escuchar Rondó Veneciano de Luis Cobos; me pone de muy mala leche y encuentro en él mi fuerza para salir con actitud agresiva cada partido”.

5) El más madrugador en llegar al pabellón... ¡para bañarse!
Pese a que el entrenador no los cita hasta más tarde, el jugador maño llega con antelación para seguir su rutina.
“Me gusta entrar en el jacuzzi con alguna ‘perica’ para liberar tensión. Ser jugador de baloncesto no es fácil y encontrar la estabilidad mental necesaria a veces requiere de sacrificios que mucha gente no entiende... como mi mujer.”

6) Vendaje y calentamiento especial.
Tras su sacrificado jacuzzi, el fisioterapeuta le venda los dos tobillos, la muñeca izquierda, le pone los calentadores especiales para su distensión de abductores, la rodillera ortopédica por su operación, la codera para su epicondilitis, su faja para los pequeños problemas lumbares, le da crema que le ayuda a entrar en calor, su barrita energética, la glucosa y las 6 pastillas para ponerse en marcha.
“Sin estas pequeñas ayudas quizás no podría rendir al nivel que me exijo. Bueno, quizás no podría ni levantarme de la cama. A veces el cuerpo te manda señales para saber cuando toca dejar el baloncesto, pero yo por mucho que le escucho no oigo nada respecto a retirada”.

7) Salida al campo y vestimenta.
Sus rutinas van más allá del vestuario y los ritos le persiguen hasta la cancha.
“Una vez que salto a la pista suelo tener la rara costumbre de atarme los cordones. También hago siempre el calentamiento con la ropa interior de mi mujer, sé que esta no es una rareza muy original pues muchos jugadores con los que he coincidido tienen esa misma costumbre con la salvedad que a mí me queda mejor (adjunto el listado de los jugadores en un anexo por si alguien los quiere consultar)".

8) Calcetines largos.
Entre sus costumbres no podía faltar algo sobre su vestimenta.
“Siempre juego con los mismos calcetines, aunque no me gusta hacer publicidad diré, sin que sirva de precedente, que son de la marca ‘Le doq sportiff’, aunque antes usé unos marca ‘Jadidas’ y anteriormente ‘Mike’. Actualmente el club ha cambiado de patrocinador y llevo ‘Sobrevive’. Aunque si pudiera elegir llevaría ese de las dos raquetas cruzadas que mola tanto. Sería feliz y lo celebraría bebiendo una San Miguel o un Powerade viendo La Sexta tranquilo, por que sé que tener una cuenta en Caja Madrid da tranquilidad”.

9) Tiro libre y banquillo.
Su manía consiste en respirar profundamente antes de cada tiro libre y, tras el tiro libre y sólo si es en campo ajeno, extiende el dedo corazón en señal de ánimo. Su sitio en el banquillo también es peculiar.
“Le doy mucha importancia a mis rutinas y más en un tiro libre. En ocasiones mi manía de extender el dedo corazón no es bien entendida. La gente suele ser malpensada por naturaleza. En el banquillo me suelo poner lo más alejado a Filiberto. Bueno, entre tú y yo, no es una manía, es que es un ‘varas’ de cuidado”.

10) Tras el partido, relax.
Una vez acabado el partido este jugador aprovecha para rehuir a sus familiares y en especial a su mujer y reunirse con sus amigos.
“Bueno, sí; después del partido intento como costumbre hacerle ‘la jaula’ a mi mujer para relajarme y tomar un poco de aire. Descansar y desconectar es importante en la vida de un deportista profesional por eso me obligo a salir hasta bien entrada la madrugada para acabar de relajarme mentalmente en algún ‘after’”.
[* Inspirado por http://www.feb.es/NoticiaDesarrollo.aspx?idNoticia=35647 ]